1. NOMBRE DEL MEDICAMENTO

PAROXETINA UXA 20 mg comprimidos recubiertos con película EFG

2. COMPOSICIÓN CUALITATIVA Y CUANTITATIVA

Cada comprimido recubierto con película contiene 20 mg de paroxetina ( hidrocloruro, hemihidrato).

Para consultar la lista completa de excipientes, ver sección 6.1.

3. FORMA FARMACÉUTICA

Comprimido recubierto con película.

 

Los comprimidos son blancos o blancuzcos, redondos, biconvexos, con una línea divisoria en una cara

y la impresión x20 en la otra. El comprimido se puede dividir en mitades iguales.

4. DATOS CLÍNICOS

4.1. Indicaciones terapéuticas

Tratamiento de:

 

  • Episodio Depresivo Mayor
  • Trastorno Obsesivo Compulsivo
  • Trastorno de Angustia con y sin agorafobia
  • Trastorno de Ansiedad social/Fobia social
  • Trastorno de Ansiedad Generalizada

 

4.2. Posología y forma de administración

Se recomienda administrar paroxetina una vez al día por la mañana a primera hora, con algo de

alimento. El comprimido se debe deglutir y no masticar.

 

EPISODIO DEPRESIVO MAYOR

La dosis recomendada es de 20 mg/día. En general, la mejoría de los pacientes comienza después de la

primera semana pero puede que no sea evidente hasta la segunda semana de terapia. Como con todos

los fármacos antidepresivos, la dosificación se debe revisar, y ajustar si es necesario, a las 3-4 semanas

de iniciado el tratamiento, y posteriormente si se considera clínicamente apropiado. En algunos

pacientes, con una respuesta insuficiente a la dosis de 20 mg, se puede aumentar gradualmente la dosis

hasta un máximo de 50 mg/día con incrementos de 10 mg de acuerdo con la respuesta clínica del

paciente.

 

En pacientes con depresión se recomienda continuar el tratamiento durante un período suficiente, al

menos 6 meses, hasta asegurarse que el paciente esta libre de síntomas.

 

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

La dosis recomendada es de 40 mg/día. Se debe iniciar el tratamiento con 20 mg/día, aumentando la

dosis gradualmente, con incrementos de 10 mg hasta alcanzar la dosis recomendada. En algunos

pacientes puede ser beneficioso aumentar la dosis gradualmente hasta un máximo de 60 mg/día si

después de algunas semanas se observa una respuesta insuficiente a la dosis recomendada.

En pacientes con Trastorno Obsesivo Compulsivo se recomienda continuar el tratamiento durante un

período suficiente hasta asegurarse que el paciente está libre de síntomas. Este período puede ser de

varios meses o incluso más prolongado (ver sección 5.1).

 

TRASTORNO DE ANGUSTIA

La dosis recomendada es de 40 mg/día. Los pacientes deben iniciar el tratamiento con 10 mg/día,

aumentando la dosis gradualmente, con incrementos de 10 mg hasta alcanzar la dosis recomendada, de

acuerdo con la respuesta obtenida. Se recomienda una dosis inicial baja, para minimizar el potencial

incremento de los síntomas del trastorno de angustia, hecho habitual cuando se inicia el tratamiento de

esta patología. Si después de algunas semanas se observa una respuesta insuficiente a la dosis

recomendada, en algunos pacientes puede ser beneficioso aumentar la dosis gradualmente hasta un

máximo de 60 mg/día.

 

En pacientes con trastorno de angustia se recomienda continuar el tratamiento durante un período

suficiente hasta asegurarse que el paciente está libre de síntomas. Este período puede ser de varios

meses o incluso más prolongado (ver sección 5.1).

 

TRASTORNO DE ANSIEDAD SOCIAL/FOBIA SOCIAL

La dosis recomendada es de 20 mg/día. Si después de algunas semanas se observa una respuesta

insuficiente a la dosis recomendada, en algunos pacientes puede ser beneficioso aumentar la dosis

gradualmente en incrementos de 10 mg, hasta un máximo de 50 mg/día. El uso a largo plazo debe ser

evaluado regularmente (ver sección 5.1).

 

TRASTORNO DE ANSIEDAD GENERALIZADA

La dosis recomendada es de 20 mg/día. Si después de algunas semanas se observa una respuesta

insuficiente a la dosis recomendada en algunos pacientes puede ser beneficioso aumentar la dosis

gradualmente en incrementos de 10 mg, hasta un máximo de 50 mg/día. El uso a largo plazo debe ser

evaluado regularmente (ver sección 5.1).

 

INFORMACIÓN GENERAL

 

SÍNTOMAS DE RETIRADA OBSERVADOS TRAS LA INTERRUPCIÓN DE PAROXETINA

Debe evitarse la interrupción brusca del tratamiento (ver secciones 4.4 y 4.8). El régimen posológico

utilizado en la fase de reducción gradual de la dosis en los ensayos clínicos, ha sido una disminución

de 10 mg de la dosis diaria, en intervalos semanales. Si aparecen síntomas intolerables tras una

disminución en la dosis o en el momento de interrumpir el tratamiento, se puede considerar reanudar

la dosis previamente prescrita. Con posterioridad, el médico puede continuar disminuyendo la dosis,

pero de forma más gradual.

 

Grupos especiales de población:

4.2.1. Posología

Población pediátrica

 

Niños y adolescentes (de 7 a 17 años)

No se debe utilizar paroxetina para el tratamiento de niños y adolescentes ya que en ensayos clínicos

controlados se ha observado un aumento del riesgo de comportamiento suicida y hostilidad con el uso

de paroxetina. Además, en estos ensayos la eficacia no ha sido demostrada adecuadamente (ver

secciones 4.4 y 4.8).

 

Niños menores de 7 años

No se ha estudiado el uso paroxetina en niños menores de 7 años. No debe de utilizarse paroxetina

hasta que se haya establecido su seguridad y eficacia en este grupo de edad.

 

Pacientes de edad avanzada

En pacientes de edad avanzada las concentraciones plasmáticas de paroxetina aumentan, pero el rango

de concentraciones coincide con el observado en pacientes más jóvenes.

Las dosis iniciales recomendadas son las mismas que en el adulto. El aumento de dosis podría ser útil

en algunos pacientes, pero la dosis máxima no debe exceder los 40 mg diarios.

 

Pacientes con insuficiencia renal o hepática:

La concentración plasmática de paroxetina se incrementa en pacientes con insuficiencia renal grave

(aclaramiento de creatinina <30 ml/min) o aquellos pacientes con insuficiencia hepática. Por tanto, la

dosis se de debe reducir al límite inferior del rango de dosificación.

4.3. Contraindicaciones

Hipersensibilidad a paroxetina o a alguno de los excipientes Incluidos en la sección 6.1

 

Está contraindicado el uso de paroxetina en combinación con inhibidores de la monoaminooxidasa

(IMAOs). El tratamiento con paroxetina puede iniciarse:

 

  • dos semanas después de la interrupción del tratamiento con un IMAO irreversible, o
  • al menos 24 horas después de la interrupción del tratamiento con un IMAO reversible (ej.

moclobemida).

Debe de transcurrir al menos una semana entre la interrupción del tratamiento con paroxetina y el

inicio del tratamiento con cualquier IMAO.

 

Paroxetina no debe utilizarse en combinación con tioridazina porque, al igual que otros fármacos que

inhiben la enzima hepática CYP450 2D6, paroxetina aumenta los niveles plasmáticos de tioridazina

(ver sección 4.5). La administración de tioridazina sola puede dar lugar a una prolongación del

intervalo QTc con arritmia ventricular grave asociada tal como torsades de pointes y muerte súbita.

 

Paroxetina no se debe usar en combinación con pimozida (ver sección 4.5).

4.4. Advertencias y precauciones especiales de empleo

El tratamiento con paroxetina debe iniciarse con precaución pasadas dos semanas tras la finalización

del tratamiento con inhibidores irreversibles de la MAO o pasadas 24 horas tras la finalización del

tratamiento con un inhibidor reversible de la MAO. La dosificación de paroxetina se aumentará

gradualmente hasta alcanzar la respuesta óptima (ver secciones 4.3 y 4.5).

 

Uso en niños y adolescentes menores de 18 años

Paroxetina no deberá utilizarse en el tratamiento de niños y adolescentes menores de 18 años. Los

comportamientos suicidas (intentos de suicidio e ideas de suicidio), y la hostilidad

(predominantemente agresión, comportamiento de confrontación e irritación) fueron constatadas con

más frecuencia en ensayos clínicos con niños y adolescentes tratados con antidepresivos frente a

aquellos tratados con placebo. Si se adoptase no obstante la decisión, sobre la base de las pruebas

médicas, de efectuar el tratamiento, deberá supervisarse cuidadosamente en el paciente la aparición de

síntomas de suicidio. Además, carecemos de datos sobre la seguridad a largo plazo en niños y

adolescentes por lo que se refiere al crecimiento, la madurez y el desarrollo cognitivo y conductual.

 

Suicidio/Pensamientos suicidas

La depresión se asocia con un aumento del riesgo de pensamientos suicidas, autolesiones y suicido.

Este riesgo persiste hasta que la depresión remite de forma significativa. Dado que la mejoría puede no

producirse en las primeras semanas o más de tratamiento, se debe de realizar un estrecho seguimiento

de los pacientes hasta que se detecte su mejoría. La experiencia clínica con todos los tratamientos

antidepresivos indica que el riesgo de suicidio puede aumentar en las primeras fases de la

recuperación.

 

Otros trastornos psiquiátricos en los que se prescribe paroxetina pueden también estar asociados con

un aumento del riesgo de comportamiento suicida. Además, estos trastornos pueden aparecer al mismo

tiempo que el trastorno depresivo mayor. Por lo tanto, se deben tomar las mismas precauciones en el tratamiento de pacientes con trastorno depresivo mayor que en el tratamiento de pacientes con otros

trastornos psiquiátricos.

 

Los pacientes con antecedentes de comportamiento o pensamientos suicidas, o aquellos que muestren

un grado significativo de ideación suicida antes del comienzo del tratamiento, tienen un mayor riesgo

de intento de suicidio o pensamientos suicidas y deben ser objeto de una mayor vigilancia durante el

tratamiento.

 

Existe posibilidad de que el riesgo de comportamiento suicida aumente en edades comprendidas ente

los 18 – 29 años, por lo que los pacientes de este grupo de edad deben de ser estrechamente vigilados

durante el tratamiento.

 

No hay datos suficientes referentes al riesgo de comportamiento suicida en pacientes que no han

recibido ningún tratamiento previo, debiéndose de realizar un cuidadoso control de estos pacientes.

 

Se debe de alertar, tanto a los pacientes como a las personas que los tienen a su cargo, de la necesidad

de vigilar la aparición de ideas/comportamientos suicidas o pensamientos de autolesión y de buscar

atención médica inmediata si aparecen estos síntomas.

 

Acatisia

El uso de paroxetina se ha asociado con la aparición de acatisia, caracterizada por una sensación de

inquietud y agitación psicomotora, como incapacidad para quedarse quieto de pie o sentado,

normalmente asociada a sensación de cansancio. Es más común que estos síntomas aparezcan en las

primeras semanas de tratamiento. En pacientes que desarrollen estos síntomas, un aumento de la dosis

puede ser perjudicial.

 

Síndrome Serotoninérgico/Síndrome Neuroléptico Maligno

En raras ocasiones puede aparecer un Síndrome Serotoninérgico o Síndrome Neuroléptico Maligno

asociado al tratamiento con paroxetina, particularmente cuando se combina con otros fármacos que

poseen actividad serotoninérgica y/o con neurolépticos. Como estos síndromes pueden dar lugar a

estados potencialmente amenazantes para la vida, el tratamiento con paroxetina debe de interrumpirse

si tales acontecimientos ocurren, iniciando un tratamiento sintomático de soporte. Estos

acontecimientos están caracterizados por grupos de síntomas como hipertermia, rigidez, mioclono,

inestabilidad del sistema autónomo con posibles fluctuaciones rápidas de las constantes vitales,

alteraciones mentales incluyendo confusión, irritabilidad, agitación extrema que progrese a delirio y

coma. No debe de utilizarse paroxetina en combinación con precursores de serotonina (tales como Ltriptófano,

oxitriptán) debido al riesgo de síndrome serotoninérgico (ver secciones 4.3 y 4.5).

 

Manía

Al igual que todos los antidepresivos, paroxetina se debe utilizar con precaución en pacientes con

antecedentes de manía. En pacientes que entren en una fase maníaca, el tratamiento con paroxetina

debe de interrumpirse.

 

Insuficiencia renal/hepática

Se recomienda precaución en pacientes con insuficiencia renal grave o en aquellos con insuficiencia

hepática (ver sección 4.2).

 

Diabetes

En pacientes diabéticos, el tratamiento con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina

(ISRS) puede alterar el control de la glucemia. Puede ser necesario ajustar la dosis de insulina y/o

hipoglucemiantes orales.

 

Epilepsia

Como ocurre con otros antidepresivos, paroxetina debe utilizarse con precaución en pacientes

epilépticos.

 

Convulsiones

En general, la incidencia de convulsiones es menor del 0,1% en pacientes tratados con paroxetina. En

todo paciente que desarrolle crisis convulsivas, debe de interrumpirse el tratamiento.

 

Terapia electroconvulsivante (TEC)

Existe muy poca experiencia clínica sobre la administración concomitante de paroxetina con TEC.

 

Glaucoma

Al igual que otros inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, paroxetina produce midriasis

de forma poco frecuente y debe de utilizarse con precaución en pacientes con glaucoma de ángulo

cerrado o con antecedentes de glaucoma.

 

Enfermedad cardiaca

Es necesario tomar las precauciones habituales en los pacientes con cardiopatías.

 

Hiponatremia

En raras ocasiones se ha notificado hiponatremia, predominantemente en pacientes de edad avanzada.

Se debe tener precaución en aquellos pacientes con riesgo de hiponatremia (Ej.: medicación

concomitante y cirrosis). Generalmente la hiponatremia revierte al interrumpir el tratamiento con

paroxetina.

 

Hemorragias

Se han notificado casos de alteraciones cutáneas hemorrágicas tales como equimosis y púrpura durante

el tratamiento con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). También se han

descrito otras manifestaciones hemorrágicas, como hemorragias gastrointestinales. En pacientes de

edad avanzada, el riesgo puede aumentar.

 

Se aconseja precaución en pacientes que toman inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina

(ISRS), de forma concomitante con anticoagulantes orales, fármacos que se sabe afectan la función

plaquetaria y otros fármacos que puedan aumentar el riesgo de hemorragias (p.ej.: antipsicóticos

atípicos tales como clozapina, fenotiazinas, la mayoría de antidepresivos tricíclicos, ácido

acetilsalicílico, antiinflamatorios no esteroideos-AINES, inhibidores de la COX-2), así como en

pacientes con antecedentes de trastornos hemorrágicos o estados que puedan predisponer la

hemorragia.

 

Síntomas de retirada observados tras la interrupción de paroxetina

Los síntomas de retirada del tratamiento son frecuentes, particularmente si la interrupción es brusca

(ver sección 4.8). En los ensayos clínicos las reacciones adversas observadas al interrumpir el

tratamiento ocurrieron en el 30 % de los pacientes tratados con paroxetina comparado con el 20 % de

los pacientes tratados con placebo. La incidencia de los síntomas de retirada no es la misma que la de

una droga que cree adicción o dependencia.

El riesgo de aparición de síntomas de retirada puede depender de varios factores, entre los que se

incluyen la dosis y duración del tratamiento y el porcentaje de reducción de la dosis.

Se han notificado mareos, alteraciones sensoriales (incluyendo parestesia y sensación de calambres),

trastornos del sueño (incluyendo sueños muy vividos), agitación o ansiedad, náuseas, temblores,

confusión, sudoración, cefalea, diarrea, palpitaciones, inestabilidad emocional, irritabilidad y

alteraciones visuales. Generalmente estos síntomas son de intensidad leve a moderada, sin embargo,

en algunos pacientes pueden ser graves. Normalmente aparecen en los primeros días después de la

interrupción del tratamiento, pero se han dado casos muy raros de aparición de tales síntomas en

pacientes que han olvidado una dosis del tratamiento. Generalmente, estos síntomas se resuelven

espontáneamente a las dos semanas, aunque en algunos individuos pueden prolongarse (2-3 meses o

más). Por lo tanto, se recomienda que cuando se interrumpa el tratamiento, la reducción de paroxetina

se realice de forma gradual, durante un periodo de varias semanas o meses, de acuerdo con las necesidades del paciente (ver “Síntomas de retirada observados tras la interrupción de paroxetina” y

sección 4.2).

4.5. Interacción con otros medicamentos y otras formas de interacción

Fármacos serotoninérgicos

Al igual que con otros inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), la administración

conjunta con fármacos con actividad serotoninérgica (incluyendo IMAOs, L-triptófano, triptanes,

tramadol, linezolid, ISRS, litio y preparados de Hierba de San Juan-Hypericum perforatum-) pueden

conducir a la aparición de efectos serotoninérgicos asociados (Síndrome serotoninérgico: ver

secciones 4.3 y 4.4).

Cuando estos fármacos se combinen con paroxetina, se aconseja precaución y se requiere un estrecho

control del paciente.

 

Pimozida

En un estudio en el que se administró una dosis única de 2 mg de pimozida concomitantemente con

paroxetina, se observó un aumento en los niveles de pimozida. Aunque el mecanismo de esta

interacción es desconocido, debido al estrecho margen terapéutico de pimozida y a su propiedad

conocida de prolongar el intervalo QT, el uso concomitante de paroxetina y pimozida está

contraindicado (ver sección 4.3).

 

Enzimas metabolizantes del fármaco

El metabolismo y farmacocinética de paroxetina pueden verse afectados por la inducción o inhibición

de enzimas metabolizantes del fármaco.

Cuando se administra paroxetina conjuntamente con un fármaco inhibidor del metabolismo

enzimático, debe considerarse la administración de la dosis más baja dentro del rango terapéutico.

No se consideran necesarios ajustes iniciales de la dosis cuando se administra paroxetina

conjuntamente con fármacos inductores del metabolismo enzimático conocidos (por ejemplo,

carbamacepina, rifampicina, fenobarbital, fenitoína). Cualquier ajuste posterior de dosis debe guiarse

por la respuesta clínica (tolerabilidad y eficacia).

 

Prociclidina

La administración diaria de paroxetina aumenta significativamente los niveles plasmáticos de

prociclidina. Se recomienda reducir la dosis de prociclidina si se observa la aparición de efectos

anticolinérgicos.

 

Antiepilépticos

La administración concomitante de paroxetina con carbamacepina, fenitoína, valproato sódico no

parece tener ningún efecto en el perfil farmacocinético/farmacodinámico de estos medicamentos en

pacientes epilépticos.

 

Inhibición del isoenzima CYP2D6

Como con otros antidepresivos, entre los que se encuentran otros inhibidores selectivos de la

recaptación de serotonina (ISRS), paroxetina inhibe el isoenzima CYP2D6 del citocromo hepático

P450. La inhibición del CYP2D6 puede conducir a un aumento de las concentraciones plasmáticas de

aquellos fármacos administrados conjuntamente que se metabolizan por dicho enzima. Estos incluyen,

ciertos antidepresivos tricíclicos (ej.: clomipramina, nortriptilina, y desipramina), neurolépticos

fenotiazínicos (ej.: perfenazina y tioridazina, ver sección 4.3), risperidona, atomoxetina, ciertos

antiarrítmicos Tipo 1c (ej.: propafenona y flecainida) y metoprolol. No se recomienda el uso de

paroxetina en combinación con metoprolol cuando se administre a pacientes con insuficiencia cardiaca

debido al estrecho margen terapéutico de metoprolol para esta indicación.

 

Alcohol

Como con otros fármacos psicotropos, se debe de recomendar al paciente que evite el consumo de

alcohol mientras esté tomando paroxetina.

 

Anticoagulantes orales

Puede aparecer interacción farmacodinámica entre paroxetina y los anticoagulantes orales. El uso

concomitante de paroxetina con anticoagulantes orales puede conducir a un aumento de la actividad

anticoagulante y del riesgo de hemorragia. Por tanto, paroxetina debe ser utilizada con precaución en

pacientes tratados con anticoagulantes orales (ver sección 4.4).

 

AINES y ácido acetilsalicílico, y otros antiagregantes plaquetarios

Puede aparecer interacción farmacodinámica entre paroxetina y AINEs/ácido acetilsalicílico. El uso

concomitante puede conducir a un aumento del riesgo de hemorragias (ver sección 4.4).

Se aconseja precaución en pacientes que toman inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina

(ISRS), concomitantemente con anticoagulantes orales, fármacos que se conoce que afectan a la

función plaquetaria o que aumenten el riesgo de hemorragia (p.ej.: antipsicóticos atípicos como

clozapina, fenotiazinas, la mayoría de antidepresivos tricíclicos, ácido acetilsalicílico,

antiinflamatorios no esteroideos-AINEs, inhibidores de la COX-2) así como en pacientes con

antecedentes de trastornos hemorrágicos o estados que puedan predisponer a hemorragia.

4.6. Fertilidad, embarazo y lactancia

4.6.1. Embarazo

Los resultados de varios estudios epidemiológicos sugieren un ligero aumento del riesgo de

malformaciones cardiovasculares (ej.: defectos de los tabiques interventricular, principalmente, e

interauricular) asociado al uso de paroxetina durante el primer trimestre de embarazo. El mecanismo

es desconocido. Los datos sugieren que el riesgo de tener un recién nacido con una malformación

cardiovascular tras la exposición materna a paroxetina es menor del 2%, comparado con el 1%

aproximado esperado en la población general. Los datos disponibles no sugieren un incremento en el

porcentaje total de malformaciones congénitas.

 

Paroxetina sólo debe ser utilizada durante el embarazo cuando esté estrictamente indicado. El médico

deberá contemplar otros tratamientos alternativos en mujeres embarazadas o que deseen quedarse

embarazadas. Se debe evitar la interrupción brusca del tratamiento durante el embarazo (ver “Síntomas

de retirada observados tras la interrupción de paroxetina” y sección 4.2).

 

Los recién nacidos deben ser evaluados cuidadosamente si la madre utiliza paroxetina en las etapas

finales del embarazo, particularmente en el tercer trimestre.

 

En recién nacidos de madres expuestas a paroxetina en las últimas etapas del embarazo, pueden

aparecer los siguientes síntomas: insuficiencia respiratoria, cianosis, apnea, convulsiones, inestabilidad

térmica, dificultad para alimentarse, vómitos, hipoglucemia, hipertonía, hipotonía, hiperreflexia,

temblores, nerviosismo, irritabilidad, letargia, llantos constantes, somnolencia y dificultad para dormir.

Estos síntomas se pueden deber a efectos serotoninérgicos o a síntomas de retirada. En la mayoría de

los casos, las complicaciones aparecen inmediatamente tras el parto o poco tiempo después del parto

(<24h).

 

Estudios en animales muestran toxicidad reproductiva pero no indican directamente efectos

perjudiciales con respecto al embarazo, desarrollo embrionario y fetal, parto y desarrollo postnatal (ver

sección 5.3).

4.6.2. Lactancia

A través de la leche materna se excretan pequeñas cantidades de paroxetina. En estudios publicados,

las concentraciones séricas en niños lactantes fueron indetectables (<2 ng/ml) o muy bajas (<4 ng/ml).

En estos niños no se detectaron signos del efecto del fármaco. No obstante, paroxetina no debe

utilizarse durante la lactancia, a menos que el posible beneficio de la madre justifique el riesgo

potencial para el niño.

4.7. Efectos sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas

Paroxetina puede producir sedación , mareos. Por consiguiente, se debe indicar a los pacientes que si

experimentan sedación o mareos, deben evitar la realización de tareas potencialmente peligrosas,

como conducir o utilizar máquinas

Aunque paroxetina no aumenta el deterioro que provoca el alcohol sobre la funcione mental y

psicomotora, no se recomienda tomar simultáneamente paroxetina y alcohol.

4.8. Reacciones adversas

Alguna de las reacciones adversas que se relacionan a continuación puede disminuir en intensidad y

frecuencia en tratamientos continuados y generalmente no conducen al cese de la terapia. Las

reacciones adversas se han clasificado por órgano, sistemas y frecuencias. Las frecuencias se han

definido de la siguiente forma: muy frecuentes (>1/10), frecuentes (>1/100, <1/10), poco frecuentes

(>1/1.000, <1/100), raras (>1/10.000, <1/1.000), muy raras (<1/10.000), incluyendo notificaciones

aisladas.

 

Trastornos de la sangre y del sistema linfático

Poco frecuentes: hemorragia anormal, predominantemente en la piel y membranas mucosas

(principalmente equimosis)

Muy raras: trombocitopenia.

 

Trastornos del sistema inmunológico

Muy raras: reacciones alérgicas (incluyendo urticaria y angioedema).

 

Trastornos endocrinos

Muy raras: síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIHAD)

 

Trastornos del metabolismo y de la nutrición

Frecuentes: disminución del apetito

Raras: hiponatremia. Se ha notificado esta hiponatremia principalmente en pacientes de edad avanzada

y algunas veces debida a un síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIHAD).

 

Trastornos psiquiátricos

Frecuentes: somnolencia, insomnio, agitación.

Poco frecuentes: confusión, alucinaciones.

Raras: reacciones maníacas, ansiedad, pérdida de personalidad, ataques de pánico, acatisia (ver

sección 4.4).

Estos síntomas pueden ser debidos también a la enfermedad subyacente.

 

Trastornos del sistema nervioso

Frecuentes: mareos, temblores

Poco frecuentes: trastornos extrapiramidales

Raras: convulsiones

Muy raras: síndrome serotoninérgico (síntomas que puede incluir agitación, confusión, diaforesis,

alucinaciones, hiperreflexia, mioclonos, escalofríos, taquicardias y temblores)

 

Se han recibido notificaciones de trastornos extrapiramidales incluyendo distonía oro-facial, en

pacientes que a veces padecían trastornos del movimiento subyacentes o en aquellos tratados con

neurolépticos.

 

Trastornos oculares

Frecuentes: visión borrosa.

Muy raras: glaucoma agudo.

 

Trastornos cardíacos

Poco frecuentes: taquicardia sinusal.

Raras: bradicardia

 

Trastornos vasculares

Poco frecuentes: aumento o disminuciones transitorias en la presión arterial.

Aumento o disminución transitorio en la presión arterial, generalmente notificado en pacientes

tratados con paroxetina y con hipertensión preexistente o ansiedad.

 

Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos

Frecuentes: bostezos

 

Trastornos gastrointestinales

Muy frecuentes: náuseas

Frecuentes: estreñimiento, diarrea, sequedad de boca.

Muy raras: hemorragia gastrointestinal

 

Trastornos hepatobiliares

Raras: aumento de las enzimas hepáticas

Muy raras: efectos hepáticos (tales como hepatitis, algunas veces relacionados con ictericia y/o fallo

hepático).

 

* Se han notificado casos de elevación de las enzimas hepáticas y muy raramente otros efectos

hepáticos (como hepatitis, algunas veces relacionados con ictericia y/o fallo hepático). Se debe de

valorar la interrupción del tratamiento con paroxetina si las pruebas de función hepática muestran

elevaciones prolongadas.

 

Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo

Frecuentes: sudoración

Poco frecuentes: erupciones cutáneas, prurito

Muy Raras: reacciones de fotosensibilidad.

 

Trastornos renales y urinarios

Poco frecuentes: retención urinaria.

 

Trastornos del aparato reproductor y de la mama

Muy frecuentes: disfunción sexual

Raras: hiperprolactinemia/galactorrea

Muy raras: priapismo

 

Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo

Raras: artralgia, mialgia

 

Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración

Frecuentes: astenia, ganancia de peso

Muy raras: edema periférico

 

SÍNTOMAS DE RETIRADA OBSERVADOS TRAS LA INTERRUPCIÓN DE PAROXETINA

Frecuentes: mareos, alteraciones sensitivas, alteraciones del sueño, ansiedad, dolor de cabeza.

Poco frecuentes: agitación, náuseas, temblores, confusión, sudoración, inestabilidad emocional,

alteraciones visuales, palpitaciones, diarrea, irritabilidad.

 

La interrupción del tratamiento con paroxetina (particularmente si es brusca) frecuentemente conduce

a la aparición de síntomas de retirada. Se han notificado mareos, alteraciones sensitivas (incluyendo

parestesia y sensación de calambres), alteraciones del sueño (incluyendo sueños muy vividos), agitación o ansiedad, nauseas, temblores, confusión, sudoración, dolor de cabeza, diarrea,

palpitaciones, inestabilidad emocional, irritabilidad, y alteraciones visuales.

 

Generalmente estas reacciones son de intensidad leve a moderada y se resuelven espontáneamente, sin

embargo, en algunos pacientes pueden ser graves y/o prolongadas. Por lo tanto, cuando se vaya a

interrumpir el tratamiento con paroxetina se recomienda realizarlo de forma gradual, mediante la

reducción progresiva de la dosis (ver sección 4.2 y sección 4.4).

 

REACCIONES ADVERSAS EN ENSAYOS CLÍNICOS PEDIÁTRICOS.

En ensayos clínicos de corta duración (de hasta 10-12 semanas) realizados en niños y adolescentes, las

reacciones adversas que se enumeran a continuación se observaron en al menos el 2% de los pacientes

tratados con paroxetina con una frecuencia de al menos el doble que en el grupo placebo: aumento de

comportamientos suicida (incluyendo intentos de suicidio y pensamientos suicidas), comportamientos

autolesivos y aumento de la hostilidad. Los pensamientos suicidas y los intentos de suicidio se

observaron principalmente en ensayos clínicos en adolescentes con trastorno depresivo mayor. El

aumento de hostilidad apareció particularmente en niños con trastorno obsesivo compulsivo, y

especialmente en niños menores de 12 años. Otras reacciones que se observaron con mayor frecuencia

en el grupo de paroxetina con respecto al placebo fueron: disminución del apetito, temblores,

sudoración, hiperkinesia, agitación, labilidad emocional (incluyendo llanto y cambios del estado de

ánimo).

 

En estudios que utilizaron un régimen de disminución gradual de la dosis, los síntomas que se

notificaron, durante la fase de disminución gradual de la dosis hasta la interrupción del tratamiento con

paroxetina, en al menos el 2 % de los pacientes y con una frecuencia de al menos 2 veces con respecto

al placebo, fueron: labilidad emocional (incluyendo llanto, cambios del estado de ánimo, autolesiones,

pensamientos suicidas e intentos de suicidio), nerviosismo, mareos, nauseas y dolor abdominal (ver

sección 4.4).

4.9. Sobredosis

Signos y síntomas

A partir de la información disponible, se conoce que el margen de seguridad de la paroxetina en caso

de sobredosis es amplio.

 

La experiencia en casos de sobredosis con paroxetina indica que, además de los síntomas mencionados

en el sección 4.8, puede aparecer vómitos, midriasis, fiebre, cambios en la presión arterial, cefalea,

contracciones musculares involuntarias, agitación, ansiedad y taquicardia.

 

Los pacientes se recuperan generalmente sin secuelas graves incluso cuando han tomado dosis de

hasta 2000 mg. De forma ocasional se han notificado casos de reacciones tales como coma o cambios

en el ECG, muy raramente con un desenlace fatal, y en general cuando se tomó paroxetina en

sobredosificación conjuntamente con otros fármacos psicótropos, con o sin alcohol.

 

Tratamiento

No se conoce antídoto específico.

 

El tratamiento comprende las medidas generales habituales utilizadas frente a la sobredosis por

cualquier antidepresivo. Cuando sea aplicable, se procederá al vaciamiento del contenido gástrico

mediante la inducción del vómito, el lavado gástrico o ambos. Tras la evacuación gástrica, se

administran de 20 a 30 g de carbón activado cada 4-6 horas durante las primeras 24 horas tras la

ingesta. Asimismo, se recomienda tratamiento conservador con vigilancia de las constantes vitales y

observación del enfermo.

5. PROPIEDADES FARMACOLÓGICAS

5.1. Propiedades farmacodinámicas

Grupo farmacoterapéutico: antidepresivos- inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina,

código ATC: N06A B05

5.1.1. Mecanismo de acción

Paroxetina es un inhibidor potente y selectivo de la recaptación de 5-hidroxitriptamina (5-HT,

serotonina) y se piensa que su acción antidepresiva y su eficacia en el tratamiento de Trastorno

Obsesivo Compulsivo, Ansiedad social/fobia social, Trastorno de Ansiedad Generalizada, y Trastorno

de angustia, se deben a la inhibición específica de la recaptación de 5-HT por las neuronas cerebrales.

 

Paroxetina no se relaciona químicamente con los antidepresivos tricíclicos, tetracíclicos y

antidepresivos de otro tipo.

 

Paroxetina presenta baja afinidad por receptores colinérgicos muscarínicos y estudios en animales

indican sólo débiles propiedades anticolinérgicas.

 

De acuerdo a esta acción selectiva, los estudios in vitro indican que a diferencia de los antidepresivos

tricíclicos, paroxetina tiene poca afinidad por los adrenorreceptores alfa1, alfa2 y beta, y receptores de

dopamina (D2), análogos a 5-HT1, 5-HT2 e histamina (H1). Esta falta de interacción con receptores

postsinápticos in vitro se comprueba por los estudios in vivo que demuestran la falta de propiedades

hipotensoras y depresoras del SNC.

5.1.2. Efectos farmacodinámicos

Paroxetina no produce alteración de la función psicomotora ni potencia el efecto depresor del etanol.

 

Al igual que con otros inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, cuando paroxetina se

administra a animales a los que se ha administrado previamente inhibidores de la monoaminooxidasa

(IMAO) o triptófano se producen síntomas de excesiva estimulación de receptores 5-HT.

 

Los estudios de comportamiento y EEG muestran que la paroxetina generalmente es poco estimulante

a dosis superiores a las requeridas para inhibir la recaptación de 5-HT. Las propiedades estimulantes

no son del tipo de las producidas por las anfetaminas.

 

Los estudios en animales indican que paroxetina es bien tolerada a nivel del sistema cardiovascular.

Paroxetina no produce en individuos sanos cambios clínicamente significativos de la presión arterial,

frecuencia cardiaca o ECG.

 

Los estudios indican que a diferencia de antidepresivos que inhiben la recaptación de noradrenalina,

paroxetina tiene menor propensión de inhibir los efectos hipotensores de guanetidina.

 

En el tratamiento de trastornos depresivos, paroxetina muestra una eficacia comparable a los

antidepresivos convencionales.

 

Existe alguna evidencia de que paroxetina puede tener valor terapéutico en pacientes que no han

respondido a terapias convencionales.

 

La administración matutina de paroxetina no altera ni la calidad ni la duración del sueño. Más aún, los

pacientes suelen experimentar una mejoría del sueño, a medida que responden al tratamiento con

paroxetina.

 

Dosis respuesta

En estudios a dosis fijas la curva de dosis respuesta es lineal, lo cual indica, en términos de eficacia,

que no existe ninguna ventaja si se utiliza una dosis más alta que la recomendada. Sin embargo,

existen datos clínicos que sugieren que un aumento gradual de la dosis puede ser beneficioso en

algunos pacientes.

 

Eficacia a largo plazo

La eficacia a largo plazo de paroxetina en depresión ha sido demostrada en un estudio de

mantenimiento de 52 semanas que incluyó en su diseño la prevención de recaídas: el 12 % de los

pacientes que recibieron paroxetina (20-40 mg/día), y el 28 % de los pacientes con placebo sufrieron

recaídas.

 

La eficacia a largo plazo de paroxetina en el tratamiento de Trastornos Obsesivo Compulsivo se ha

examinado en tres estudios de mantenimiento de 24 semanas que incluyó en su diseño la prevención

de recaídas: uno de los tres estudios reflejó una diferencia significativa entre las recaídas en el grupo

de paroxetina (38 %) comparado con el grupo placebo (59 %).

La eficacia a largo plazo de paroxetina en el tratamiento del Trastornos por Angustia ha sido

demostrada en un estudio de mantenimiento de 24 semanas que incluyó en su diseño la prevención en

recaídas: el 5 % de los pacientes que recibieron paroxetina (10-40 mg/día), y el 30 % de los pacientes

con placebo, sufrieron recaídas, éste fue apoyado por un estudio de mantenimiento de 36 semanas.

 

La eficacia a largo plazo de paroxetina en el tratamiento del trastorno de ansiedad social, trastorno de

ansiedad generalizada, no ha sido demostrada de forma concluyente.

5.2. Propiedades farmacocinéticas

5.2.1. Absorción

Paroxetina se absorbe bien tras su administración oral y sufre metabolismo de primer paso. Debido al

metabolismo de primer paso, la cantidad de paroxetina disponible en circulación sistémica es menor

que la absorbida en el tracto gastrointestinal. La saturación parcial del efecto de primer paso y la

reducción del aclaramiento plasmático suceden una vez que la administración del fármaco se

incrementa con dosis únicas más elevadas o con dosis repetidas. Esto conlleva a incrementos no

proporcionales a la dosis de las concentraciones plasmáticas de paroxetina y por tanto, a que los

parámetros farmacocinéticos no sean estables, dando lugar a una farmacocinética no lineal. Sin

embargo, la no-linealidad es generalmente pequeña y se limita a aquellos individuos que alcanzaron

bajos niveles plasmáticos con dosis bajas.

Los niveles sistémicos estables se obtienen al cabo de 7-14 días del inicio del tratamiento con fórmulas

de liberación controlada o inmediata y la farmacocinética no se modifica durante tratamientos

prolongados.

5.2.2. Distribución

La paroxetina se distribuye ampliamente por los tejidos y los datos farmacocinéticos indican que sólo

el 1% de la paroxetina presente en el organismo se encuentra en el plasma.

 

A concentraciones terapéuticas, aproximadamente el 95% de la paroxetina presente en el plasma se

une a las proteínas plasmáticas.

 

No se ha encontrado correlación entre las concentraciones plasmáticas de paroxetina y su efecto

clínico (reacciones adversas y eficacia).

 

Ocurre una transferencia de pequeñas cantidades de paroxetina a la leche materna en el ser humano y a

los fetos en los animales de laboratorio.

5.2.3. Metabolismo o Biotransformación

Los metabolitos principales de paroxetina son productos de oxidación y metilación, polares y

conjugados, que se eliminan rápidamente. No es probable que los metabolitos de paroxetina

contribuyan a la acción terapéutica dada la práctica ausencia de actividad farmacológica de los

mismos.

 

El metabolismo de paroxetina no compromete su acción selectiva sobre la recaptación neuronal de la

5-HT.

5.2.4. Eliminación

La excreción urinaria de paroxetina inalterada es normalmente menor del 2% de la dosis, siendo la

excreción urinaria de los metabolitos de aproximadamente el 64% de la dosis. Cerca del 36% de la

dosis se excreta con las heces, probablemente con la bilis. En esta excreción fecal, paroxetina

inalterada representa menos del 1% de la dosis. Por lo tanto, paroxetina se elimina casi completamente

en forma metabolizada.

 

La eliminación de metabolitos es bifásica, siendo resultado, inicialmente, de un metabolismo de

primer paso, para posteriormente ser controlada por la eliminación sistémica de paroxetina.

 

La semivida de eliminación es variable pero generalmente es de 1 día.

 

Grupos especiales de población

Pacientes de edad avanzada y pacientes con insuficiencia renal o hepática

En los pacientes de edad avanzada y en aquellos individuos con insuficiencia renal grave y en aquellos

con insuficiencia hepática, aparecen incrementadas las concentraciones plasmáticas de paroxetina;

pero el rango de concentración plasmática coincide con el de los individuos sanos adultos.

5.3. Datos preclínicos sobre seguridad

Se han realizado estudios toxicológicos en el mono rhesus y ratas albinas; en ambas especies, la vía

metabólica es similar a la descrita en humanos. Como ocurre con las aminas lipofílicas, incluyendo los

antidepresivos tricíclicos, se detectó fosfolipidosis en ratas. No se observó fosfolipidosis en estudios

con primates de hasta un año de duración, a dosis que fueron 6 veces más altas que las dosis

recomendadas en la práctica clínica.

 

Carcinogénesis: en estudios de dos años realizados en ratones y ratas, la paroxetina no presentó efecto

neoplásico.

 

Genotoxicidad: no se observó genotoxicidad en una batería de ensayos in vitro e in vivo.

 

Estudios de toxicidad de la capacidad reproductora en ratas han mostrado que la paroxetina afecta a la

fertilidad masculina y femenina. En ratas, se observó que aumenta la mortalidad de las crías y retrasa

la osificación. Los efectos más tardíos se relacionaron con la toxicidad materna y no se consideró

como un efecto directo sobre el feto/neonato.

6. DATOS FARMACÉUTICOS

6.1. Lista de excipientes

Núcleo:

Estearato de magnesio

Glicolato sódico de almidón (de patata)

Hipromelosa

Hidrógeno fosfato de calcio dihidratado

 

Recubrimiento:

Polisorbato 80

Macrogol 400

Macrogol 6000

Dióxido de titanio (E-171)

Hipromelosa

6.2. Incompatibilidades

No procede.

6.3. Periodo de validez

3 años.

6.4. Precauciones especiales de conservación

No necesita condiciones especiales. Conservar en el embalaje original.

6.5. Naturaleza y contenido del envase

Envase tipo blister PVC/Al. Cada envase contiene 28 y 56 comprimidos

Puede que solamente estén comercializados algunos tamaños de envases

6.6. Precauciones especiales de eliminación y otras manipulaciones

Ninguna especial.

La eliminación del medicamento no utilizado y de todos los materiales que hayan estado en contacto

con él, se realizará de acuerdo con la normativa local.

7. TITULAR DE LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN

Uxafarma SA.

Avda. J.V. Foix 62

Barcelona 28034

8. NÚMERO(S) DE AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN

Nº de Registro: 68.610

9. FECHA DE LA PRIMERA AUTORIZACIÓN/ RENOVACIÓN DE LA AUTORIZACIÓN

Marzo 2007/

10. FECHA DE LA REVISIÓN DEL TEXTO

Marzo 2007

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